Estados Unidos, te leyeron el diario

Como Bridget Jones al darse cuenta de que su pretendiente, Mark Darcy, había leído en su diario palabrotas dirigidas a él. Así me imagino que se sintió la diplomacia norteamericana: como si le hubiesen roto el candadito del diario íntimo y lo hubiesen colgado en la plaza pública.

El revuelo por el primer asomo de los 250.000 documentos filtrados por WikiLeaks desenmascaró a los diplomáticos, envueltos siempre en sonrisas falsas y cordialismos. Nadie negaba estas «verdades» -la mayoría son noticia vieja-, el problema es que en el formalísimo mundo de las relaciones internacionales las opiniones personales, los calificativos y el espionaje son malas palabras. En momentos en los cuales una sola crítica al mundo musulmán podría desencadenar una guerra santa, es difícil predecir el eco de las filtraciones.

El vocero de la Casa Blanca dijo ayer que los documentos muestran «intercambios francos» entre funcionarios diplomáticos y que «no siempre» reflejan «la expresión de una política ni de decisiones definitivas». Igual que un diario íntimo, donde uno escribe cosas irreproducibles por lo liberadas de filtro, movido por la furia o por la pasión.

Otro párrafo aparte merecen algunos de los chismes (porque no les cabe otra palabra) que contenían esos 250.000 documentos. Desde la preocupación por la salud mental de Cristina, hasta los apodos que la diplomacia norteamericana le asignó a Merkel y a Ahmadinejad y los detalles de las preferencias sexuales de Kadhafy. Quien tenía estos datos sabía que el secreto se disfruta más si es compartido y nosotros, los miles de millones de chusmas hambrientos que habitamos el mundo, nos prendimos a él como a un postre.

Mientras tanto la diplomacia mundial se desangra. ¡¿Qué hacemos con todo esto?! Paciencia Estados Unidos, te leyeron el diario. Lo dijo Bernard Shaw: «El chisme es como una avispa; si no puedes matarla al primer golpe, mejor que no te metas con ella». No vaya a ser que la misma avispa empiece a volar a tu favor…

Acerca de marianisrael

Escribo sobre las pequeñas historias de la realidad cotidiana, sobre personas, lugares y cosas que veo. Soy Lic. en Comunicación Social y periodista freelance.
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