Historias reales de fantasmas urbanos

Todo empezó hace unas semanas, cuando Antonia, de 63 años, subió al auto de Margarita y nos dijo: «El portero me dijo que hay un fantasma en el edificio».

Yo, que viajaba semi dormida en el asiento de atrás, me despabilé.

– ¿Qué pasó? – preguntamos.
Antonia vive en un coqueto departamento con vista al río, en frente del Hospital de San Isidro.
– Parece que Anita, la hija de Juana, se despertó y vio a un tipo en bermudas parado en su cuarto. Entonces, lo siguió por las escaleras hasta que desapareció.
– No puede ser…
– No sé, pero en casa, en ese mismo día, desapareció la mitad de un salamín. Cuando volví a la tarde, Oscar me preguntó si me lo había comido. ¡Pero yo no como esas cosas, Oscar!, le dije. Pensé que había sido él, pero me juraba que no.
– Alguno de tus hijos pasó por el departamento y se tentó – sugerí.
– Imposible. Le pregunté al portero y me dijo que ninguno de los dos había estado en todo el día. Los llamé para confirmarlo y no, no fueron ellos. Pero lo más gracioso es que también faltan tres empanadas de carne que guardaba en el freezer para traerme hoy. Revolví todo, ¡no están! La verdad es que estaban riquísimas…
– A mí me parece muy raro – la interrumpí, siempre tan racional –. ¿Un fantasma puede tener hambre? Si se supone que no tiene cuerpo.
– Yo no creo en los fantasmas – siguió Antonia –, aparte no es que el edificio fuese antes un lugar «raro»… Yo me fijé antes de mudarme y también hice bendecir mi casa por un sacerdote. Y ninguno de los que hoy vivimos se murió en este último tiempo. Pero me llama la atención lo del salame…
– Paaará, pará… ¿qué onda esa Anita? ¿Está medio loca? – arriesgó Margarita.
– No, ¡para nada! Es una chica tan católica… Si me dijeras que la del cuento era la del tercero C, bueno, ahí dudaba. Pero, ¿Anita? Qué le habrá pasado…
– ¿Alguien más lo vio?
– Sí, una chica dijo que mientras se estaba duchando «alguien» le corrió la cortina del baño. Y según lo que me contó el portero, era un hombre joven, en pantalones cortos. Lo curioso es que las dos chicas viven en departamentos de la letra B, en distintos pisos.
– Esto es insólito – empecé. ¿Un fantasma intruso, en bermudas, con hambre y con una tendencia serial?

Seguí dándole vueltas al tema durante días, hasta que nos convencimos de que era un loco suelto por el edificio. La mente tiene sus trucos para «protegernos» de lo sobrenatural que no logramos entender. Ahora, nunca pudimos revelar quién se comió el salamín…

Los fantasmas siempre me asustaron y, es más, estoy convencida de que en casa habita uno que tiene especial obsesión por el agua. Cada tanto, se rompe un baño, un caño, empieza a gotear el techo de casa, rebalsa el tanque… sin mucha explicación.

En el Hospital también viven las almas de seres que murieron allí. Me contaron que por la noche se escucha la melodía de un piano que está en un depósito en el cuarto piso, al cual es imposible acceder sin una cierta llave. Cuando el personal de seguridad abre la puerta se encuentran con el depósito vacío. Y hay otro fantasma al cual llaman “Australito”, que sigue a los de seguridad mientras cierran las puertas, y se dedica a abrirlas nuevamente y a prender las luces, per codere… Me contaron de pacientes que murieron y que algunas personas siguen viendo deambular por los ascensores o pasillos del hospital, y de otros que «vuelven» a buscar a uno que está por morir. No sé si creo en todas estas leyendas, pero tampoco “reviento” (¿alguien me explica por qué hay que elegir entre creer o “reventar”?).

Después de todo, en el mundo hay más personas abajo de la tierra que encima…

Acerca de marianisrael

Escribo sobre las pequeñas historias de la realidad cotidiana, sobre personas, lugares y cosas que veo. Soy Lic. en Comunicación Social y periodista freelance.
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4 respuestas a Historias reales de fantasmas urbanos

  1. Preguntale a Vivi Miczuk de la guardia acerca de lo que le paso hace unos dias….

  2. marianisrael dijo:

    Lo sé y me morí de miedo!! Todavía no lo digerí como para contarlo, jaja, es un horror!!!

  3. you dijo:

    graxiias a DIOS amii no me a saliido nada de esoo!!! y ni kiiero Q’e me salga’

  4. agustina dijo:

    yo tuve una experiencia real… paso a contarles que vivi durante muchos años en una casa muy grande, to recuerdo que dormia en planta alta…. todas las noches desde mis dos años una dama vestida de blanco se me aparcia en la punta de mi cama. yo sentia mucho miedo e iba corriendo a contarle a mis padres, ellos no me creian…. hasta que comenzaron a pasar cosas horribles… el microondas sin estar enchufado se prendia y empezaba a girar solo…. las ventanas de noche se abrian y se cerraban.
    mi mama se separa y nos lleva a nosotros con ella, mi papa no queria irse de la casa, yo ya no aguantaba mas no podia dormir. mi padre a los años se enferma y muere de cancer, la casa se vende y a los nuevos propietarios les paso exctamente lo mismo, la mujer se fue con los hijs, el padre se quedo y hoy esta con neumonia… es un hecho veridico que no puedo hasta el dia de hoy resolver… no duermo de noche tengo mucho miedo y ya han pasado como 15 años de esto!

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